viernes, 4 de febrero de 2011

Una empanada, por favor

¿No os sucede que llega un viernes, por ejemplo, y estáis empanados/as? Con harina y huevo. Es una sensación horrible. Yo me quedo mirando la pantalla del ordenador y me digo: escribe pero no me hago caso a mí misma. Seguro que también os ha pasado. Quizás, no escribiendo pero sí con alguna otra actividad.

Es raro. Estar cansada y no cansada al mismo tiempo, una especie de éxtasis religioso que te impide hacer ningún movimiento, ni siquiera encender la tele que es la activiad más pasiva, más inútil y más insignificante que se puede llevar a cabo. Ni eso. El botón de encendido está demasiado lejos y el mando también, hasta el sofá se escapa a los metros que ahora mismo estaría dispuesta a desplazarme (y vivo en 49 m2). Total que aquí me quedo, sentada en la silla, delante del ordenador, con mi manta de gatos. ¿Y vosotros/as qué hacéis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario