domingo, 8 de abril de 2012

No me salen las cuentas, ni las letras, ni "ná de ná"


El trabajo Y me sirve para pagarme el transporte que me supone desplazarme al trabajo X. Podríais preguntaros por qué no dejo entonces el trabajo X, ¿no? Básicamente porque con el trabajo Y no consigo el sueldo necesario para vivir.

Realmente el trabajo X no es gran cosa pero con las sobras del trabajo Y y la mísera nómina de éste pues tengo para mal vivir. Eso siempre que no se den algunas de las circunstancias siguientes:

A: no haya demasiados festivos en un mes; me los descuentan. Sin mucho análisis, está claro que realmente disfrutarlos... no mucho, ¿verdad? Se los están cobrando.
B: no me ponga enferma: si tengo que ir al médico me lo descuentan. Y si me tengo que quedar en cama, creo que también, no lo he probado, por si las moscas.
Futura C: igual que la B pero más chunga. Posiblemente, en breve, tenga que empezar a pagar por ir al médico (y no, no me cambio ni a Sanitas ni a Adeslas).

Quizás, como dirían los más positivistas (véase neocons y liberales) podría pensar en reconvertirme en emprendedora y dejar de lloriquear por la pérdida de servicios públicos y derechos sociales. 

Monto mi propia empresa, me autoempleo con una jornada parcial y un sueldo bajo y pago el resto de mi salario con el 25% de mi prestación por desempleo, como el otro 25% de la prestación va para, en este caso, la empresaria, es decir, yo misma, salgo favorecida la leche, ¿no?  y el 50% restante, ¿me lo guardan para cuando me quede en paro? Joder, Noe, qué ingenua, eso se lo queda el Estado por la cara. Es decir, que si tengo un paro de 1000 (generado con mi esfuerzo) la mitad servirá para pagarme a mí misma (joder, qué surrealista) como empresaria y como empleada, y el resto, otros 500 euros se lo queda el Estado por las molestias. ¡Toma ya!

Entonces, ¿qué hago yo si me canso de mi misma, si tengo pérdidas y decido cerrar la empresa o bajarme el salario para ser más competitiva, si no me soporto como jefa o como empleada y me echo a mí misma? Uy, lo sentimos, ya disfrutó de su prestacion por desempleo. ¡¡¡Grrr$$$%%%grrresarea000klrheakj!!!!

Y esto no me mola,  que hoy día las malas lenguas te marcan con la V (de vaga) si te quedas sin empleo y, encima, te tienes que dejar una pasta en una terapia para recuperar la autoestima. Que no es que haya por ahí unos cuantos jetas que solo quieren amasar más y más dinero  a costa de los trabajadores y trabajadoras. No, eso no, es que eres un parásito, perezosa e inútil.

Visto lo visto, solo me queda la escritura, y no soy demasiado buena… y para qué nos vamos a engañar, no se gana mucho salvo que accedas a escribir por encargo o un superventas (y ya tienes que tener algún prestigio, muchas veces conseguido, gracias a besar muchos culos y eso no va conmigo).

Ah, no, no… qué gilipollas estoy; mi última opción, la mejor, es robar. A mí, robar no se me da mal. Una vez, con 7 años, robé un Mickey Mouse de una tienda de ultramarinos de mi barrio. Solo tengo que desarrollar un poco más mis habilidades, que han pasado unos cuantos años desde entonces y habré perdido reflejos. 

¡Robar grandes cantidades de dinero! Cuanto más mejor (recordemos que en este país los castigos son inversamente proporcionales a la guita mangada) Luego llamo a varios medios de comunicación y les remito un escrito pidiendo perdón, casi con lágrimas en los ojos y aseguro que no lo volveré a hacer. Total, en este país mientras no robes unos pollos o 100 euros te vas de rositas, para qué devolver lo robado. (Véase Camps, Urdangarín y demás). Todos piden perdón públicamente y si te he visto no me acuerdo. Pues yo no voy a ser menos. Ya puedo darme la vida madre con el dinero ingresado en algún banco en algún paraíso fiscal. Me compro una mansión en alguna playa paradisiaca aunque lo mío sea la montaña y me alquilo unos buenorros para que me abaniquen. Vamos lo típico, ahora que soy rica para qué ser original, ya puedo dejar de ser yo misma. ¡Jesucristo! Se me hace la boca agua solo de pensarlo.

Noe, Noe… vuelve a la realidad. ¿En qué estás pensando? Que eres una pringada. Quizás, esté equivocada y lo mío, con toda esta imaginación desbordante, sea la novela. Practico un poco más y pulo mi estilo y voilà. Eso o volver a matricularme en alguna asignatura de la universidad para poder optar a una beca de 400 euros. Tendré que meditarlo y bien o decirles a mi madre y a mi padre que me alquilen una habitación en su casa porque ya sé que por la jeta no me iban a dejar.

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