miércoles, 13 de junio de 2012

El gato valiente

Érase una vez un gato inquieto y soñador.

Sin embargo, pasaba los días durmiendo y las noches cazando ratones.

Aunque se aburría enormemente, se repetía: "esto es lo que me han enseñado que soy".

Y así, pasaba primaveras, veranos, otoños e inviernos. No se daba tregua ni en años bisiestos.

Un día soporífero decidió, para sofocar el tedio, fijarse en su mascota, una niña de 7 años, que a su vez, miraba fascinada su gusano de seda. 


-Algún día serás una magnífica mariposa, volarás y serás libre-le comentaba la niña al gusano. 

Y tras escuchar aquello, el gato no pudo evitar rascarse detrás de la oreja y prguntarse: "¿cómo algo que es y que siempre ha sido, dejará de ser y, al mismo tiempo, sin dejar de ser, se convertirá en un algo diferente?" Así, con esa duda en la cabeza el gato comenzó a observar día tras días al gusano de seda. 

Y un buen día, notó que el gusano ya no estaba en su caja. La niña aplaudía al contemplar unas alas amarillas y verdes aletear y alejarse. Y en ese instante, el gató comprendió.

Desde entonces, el gato, unos días pedaleaba más de 50 kilómetros por caminos y sendas llenas de flores. Otros días, corría empujado por la suave brisa del mar.Y las tardes más calurosas pescaba en las frescas agua de un estanque.

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