Un huerto en el balcón
Juntos plantamos un huerto en el balcón.
Me preguntas si alguna vez he visto llover
Mientras me ofreces un paraguas.
Lo abro e improvisas una llovizna sobre mi cabeza.
Pellizcas mi ombligo y sonrío.
Así nunca podrás tocar una gota de lluvia, afirmas. Ni sentir.
Cierro el paraguas y lo aparto.
¿Sería tan intenso el rojo de un tomate sin agua? Preguntas.
¿Podría amar plenamente una persona si siempre caminara protegida con un paraguas?
Cae el agua sobre mi cabeza y sobre mi cara y sobre mis brazos.
Y entonces… te beso.
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