viernes, 3 de junio de 2011

El misterioso accidente casero

Es viernes pero podría ser otro día. Daría igual. Una croqueta pegada a un calcetín es una croqueta pegada a un calcetín. Y este el motivo del post de hoy: narraros un curioso accidente casero. Creo que son de esas tonterías que a todo el mundo les pasa pero que nadie cuenta por vergüenza.

Pero, tranquilas, ¡estoy bien! La magnitud del accidente ha sido escasa, no tanto, las preguntas surgidas a raíz de él y la falta de respuesta a tal insólito acontecimiento.

Ayer, al mediodía, freí unas croquetas, 7 para ser exactas. Decidí comerlas sentadas en el sofá, mientras veía una película: Deliciosa Martha (coincidencia que el ambiente sea el mundo culinario). Llevé, en un plato, de la cocina al salón, las croquetas y las dejé sobre la mesa. ¡Estaban ardiendo! por lo que decidí ir al baño a hacer pis y lavarme las manos; antes de sentarme, pasé por la cocina a por una servilleta que había olvidado. Después de esto, me senté y me quité las zapatillas de estar por casa para repanchingarme en el sofá y, en ese instante, me di cuenta, de que había olvidado la botellita de agua. Me levanté y me pusé de nuevo las alpargatas. Dado que estaba resfriada no quería ponerme peor yendo descalza por la casa. Y, ¡oh!, de repente, empecé a sentir un calor abrasador en el pie derecho. Tardé en reaccionar porque estaba preguntándome: ¿por qué me quema el pie derecho y no el izquierdo? ¿pero deberían quemarme los 2? Nooooo! y entonces saqué corriendo el pie de la zapatilla asustada.

Miré y allí estaba. Un 90% de croqueta aplastada sobre la zapatilla y un 10% sobre el calcetín. No podía entenderlo. ¿Cómo había llegado allí esa croqueta? ¿En qué momento? Yo no había notado que aplastara algo blandito, sólo mucho calor. Conté las croquetas del plato y, efectivamente, ya sólo había 6. Volví a mirar la croqueta de la zapatilla. Bueno, al menos, se había aplastado con clase pero eso sí, una croqueta menos para el buche, jo.

Al final, decidí mantener la calma. Puse la peli y me comí las croquetas que quedaban (me quité antes el calcetín pringado). Después de comer, y ya con la croqueta de la zapatilla fría, la arranqué de ahí y la tiré a la basura (la croqueta, las zapatillas y el calcetín están en la lavadora).

Le conté el mismo asqueroso acontecimiento a mi madre en busca de respuestas pero no llegamos a ninguna conclusión de por qué la croqueta había ido a parar allí. ¿En qué momento se cayó? Si yo antes me había levantado y todo estaba bien...ningún objeto extraño dentro de mi zapatilla.

Y esta es la misteriosa historia de la croqueta casera con jamón.

1 comentario:

  1. pues si que es curioso el accidente, tendrás seguir investigando ...o escribiendo

    besos

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