viernes, 17 de mayo de 2013

El hada de las alas invertidas y el caracol

-¿A ti qué te pasa? -preguntó el caracol.
-Sufro el síndrome de las alas invertidas- respondió el hada.
-¿Y eso por qué?
-Por el estrés -contestó con voz cansada el hada.
-Pero vosotras, ¿sufrís estrés? -preguntó de nuevo, sorprendido el caracol.
-Pues claro -el hada torció la boca-. Trabajamos fuera de casa en misiones secretas, en casa y formamos a las hadas más pequeñitas.
-¡Ah! -dijo el caracol.
-Y tú, caracol, ¿por qué estás aquí?
-Yo antes era un príncipe, pero ya casi vivía como un rey.
-¿Y qué te pasó? ¿Te hechizó un malvado brujo? -preguntó el hada curiosa e impaciente.
-Algo así. Me dijeron que tenía que aprender lo que era vivir con la casa a cuestas.

1 comentario:

  1. Hola buenos días,

    muchas gracias por pasarte por mi blog. Te contesto por aquí porque no he visto en el tuyo ninguna forma de contacto.

    Sí, la verdad es que una de las características más maravillosas de los niños, como comentaban en el primer capítulo de "El mundo de Sofía" (¡qué libro más inspirador! Hace más de 20 años que lo leí y aún hay frases, ideas y fragmentos que sigo recordando como sabias y fundamentales) es que son capaces de ver lo asombroso que hay dentro de lo más cotidiano y, a la inversa, de aceptar con naturalidad lo que a nosotros nos parecería incoherente, porque aún no están atrapados por lo que consideramos "sentido común" y los prejuicios que vamos ganando a lo largo de los años... en fin, no sé si me he explicado bien, necesitaría más párrafos y aquí no tengo tanto espacio jeje.

    Muchas gracias de nuevo, aquí estoy devolviéndote la visita... blog interesante... me gusta que no te centres sólo en libros sino también en novela gráfica, y el relato del hada con las alas invertidas y el caracol me ha parecido chulísimo :-)

    Pasa buen día,

    C.

    ResponderEliminar