En un
mundo sin orejas
Las
palabras tienen una esperanza de vida corta.
Una adolescente
se ahoga en gritos de acuarela,
Como
en el cuadro de Munch.
El
hombre que busca una oportunidad en su mejor amigo
Recibe
certeros puntos de sutura en los labios.
Las palabras
se han convertido en vagabundas;
Se han
cortado las orejas los que se vanaglorian de ofrecerlas a los demás;
Y las
palabras se desangran.
Las
orejas se extinguen en un planeta hedonista
Donde las
voces sufren y enloquecen tras las rejas de una celda
Porque
los botes baratos de la felicidad aconsejan no escuchar.
Palabras:
errantes, ignoradas. Orejas: sin tapones, pocas; autoritarias, la mayoría.
Llegará
el momento en que las palabras busquen otra forma de expresión
… y
entonces muchos se arrancarán los ojos.